La horchata no es sólo del Tío Che, ni de Alboraya, ni de l’horta valenciana. Porque no sólo de chufas van los sabores, aunque parezca mentira, a quienes que como nosotros vivimos para adorarla, y transformarla en ese vaso de pequeña maravilla.

Horchata de arroz
Hay horchatas de todos los colores porque el deseo de beberlas nos regaló semillas de diferentes especies, sabores y formas en cada pedazo de tierra donde hubo sol, buena lluvia y gente dispuesta a cuidarlas. Y aunque su origen se remonta a tiempos prehistóricos, como lo lees, los españoles, en tiempo de conquista, tenían en sus viajes tal morriña de una buena horchata, que con lo que hubiera se fabricaban una. Daba lo mismo de qué fuera, porque con sólo contemplar el aspecto lechoso que exhibía la bebida en cuestión, se les estrujaba el corazón al recordar a las horchatas de la abuela. Porque convengamos sin sentimentalismos que horchata es “una bebida refrescante, dulce, preparada con agua y semillas que se muelen. Puede saborizarse”. Así fue como en México, al ver un grano de arroz, decidieron sumarle otros, ponerle agua, azúcar y como la memoria es prodigiosa, y la imaginación cubre cualquier ruido disonante, consagraron la horchata de arroz, hasta convertirla en la bebida refrescante tradicional de amplio consenso en México. Y así vino a sumarse a las tradicionales aguas frescas mexicanas, que también se preparan de jamaica, de tamarindo y otras frutas típicas.México es grande, y a cada lugar su horchatita: En el sureste de México se producen jarabes de horchata artesanales. Destacan principalmente los estados de Veracruz, Tabasco, Yucatán y Campeche. Aunque la horchata ha ganado los paladares americanos, conquistados por las comunidades latinas inmigrantes. Esta bebida es adecuada para acompañar platillos típicos de esta región como la cochinita pibil que es de Yucatán. En los bares no falta una horchatita de arroz para contrarrestar el alucine de los chiles, porque serán valientes para atrevérseles, pero que pican nadie lo duda.
El agua de horchata se prepara mezclando harina de arroz, azúcar blanca, canela, leche en polvo, vainilla y puede agregarse almendras, coco, y semillas de morro. Aunque la receta puede variar según la región y el gusto personal. También se le puede agregar leche condensada o leche evaporada para aumentar su valor nutritivo y dar un sabor diferente. La horchata de arroz, indiscutible protagonista de los refrescos mexicanos, es parte del repertorio de aguas frescas de Centroamérica, que también se realizan con tamarindo y otras plantas tropicales.
El morro es un árbol que crece en climas secos y produce frutos redondos, los cuales en su interior poseen una semillas planas, las cuales tienen un contenido lechoso en su interior.
Para presumir de horchata los latinos van sobrados: la horchata ecuatoriana tiene 22 hierbas con propiedades diuréticas, antioxidantes, digestivas y relajantes. Su nombre en quechua es agua para curar por sus habilidades para sacarte del pozo. Se consume hace siglos, nadie sabe cuántos, y aunque su origen proviene de la medicina tradicional, hoy acompaña comidas y momentos de relax. Tiene manzanilla, llantén , malva, menta, violeta, orégano dulce, cola de caballo. Pero las hay de todo, pueden ser crudas o cocidas. Desde antiguo el hombre las ha elaborado. Quizás la leche de la que más se tienen datos históricos es el agua de cebada aunque también de alpiste, avena, el mijo pelado, quinoa, anacardo, calabaza, coco, de
girasol. De macadamia y maní . Melón. Nuez. Nuez pecan. Palta. Pistacho. Toda semilla que nace puede ser un futuro refresco, pero algunas convencen más que otras. La horchata de almendra no se queda atrás, es otra de las superstars más populares así como la de melón, elaborada con las semillas de esta fruta y especialmente consumida en el estado de Oaxaca, situado al sureste de la República Mexicana.
La horchata de sésamo o ajonjolí es la reina de Puerto Rico, agua, ajonjolí, azúcar y agua. Se dice, al igual que de la chufa, que esta bebida ayuda a las mujeres en período de lactancia a aumentar la cantidad de leche. Los salvadoreños, emplean la semilla de morro, un pequeño coco con corteza dura e interior carnoso cuyas semillas son negras planas y redondeadas. A esta horchata, cuyo origen se remonta a los indígenas salvadoreños, se le añade cilantro, condimento que la mitad del mundo adora y la otra detesta.
En Surinam, la antigua Guayana holandesa, denominan ‘orgea’de a un jarabe a base de azúcar y almendras.
Pero muy cerca nuestro, encontramos bebidas de nombre similar a la horchata de chufa pero de espíritu muy distinto, pues en países vecinos como Italia disfrutan de la ‘orzata’, a la que en Francia llaman ‘orgeat’, una concentrado de almendras al que se le añade agua muy fría.
Las horchatas latinoamericanas proliferan en sus mercados locales y cada vez es más frecuente encontrarlos en mercados de Estados Unidos

Horchata de chufas
Pero ahora vamos a lo nuestro, a la horchata de chufa, a la que nos da felicidad: ¿qué la hace tan especial?: la horchata valenciana es un alimento más completo porque el tubérculo se las trae, tiene tantas propiedades que es imposible enumerarlas a todas en pocas líneas. Por otro lado, la bebida es rica en minerales como el fósforo, el magnesio, potasio, calcio y el hierro, además de grasas insaturadas y proteínas. Además y entre cientos de atributos es baja en sodio, ideal para dietas de hipertensos.
Pueden ser horchatas crudas o cocidas. Desde antiguo el hombre las ha elaborado. Quizás la leche de la que más se tienen datos históricos es el agua de cebada y la leche de arroz. Las hay de alpiste, de ajonjolí (también llamado sésamo). Están las de cereales como el arroz, la avena, el mijo pelado. Las hay de quinoa. No faltan las de frutos secos como avellana, anacardo, calabaza. Las hay de coco, de girasol. También de macadamia y de maní. Melón, nuez.
El horchatero centenario de Poblenou, miró las chufas, probó la horchata recién salida del obrador, miró a la horchatera que dio a luz semejante criatura y le sonrió mientras caía la nieve sobre Barcelona. Porque a pocos pasos de la bendita primavera se le dio al invierno por hacer caprichos, como los niños de Poblenou cuando se amotinan en la puerta de la horchatería para lograr su cometido. Cosas de los que saben dónde está lo bueno.
Obviamente, las bebidas de latinoamérica no son horchatas, simplemente porque son otros tipos de bebidas, por ejemplo, la chicha de maíz o de otros granos, es una bebida milenaria que los indígenas consumían antes de la colonización, esta bebida era consumida en fiestas y rituales y era embriagante, deberías leer más antes de escribir sobre comidas o bebidas de latinoamérica, te sorprenderá de lo que eran capaces de hacer los indígenas…
Gracias por tus conocimientos, hemos probado algunas chichas, como la chicha de jora, o la chicha morada, o algunas chichas de arroz de Venezuela. Pero seguramente hay muchas, si quieres aportar, enhorabuena Dani.