Los más jóvenes de Poblenou piensan que el helado nació en el Tío Ché, pero nada más alejado de la verdad. Ya nos hubiera gustado ser los primeros.
En la corta Babilonia antes de la era cristiana ya enfriaban con nieve. Pero 400 años a.c en Persia un pudín hecho de agua de rosas y cabello de ángel era el manjar de reyes de la corte. A la técnica de almacenar el hielo en los refrigeradores le llamaban ya-chal. El hielo se mantenía mediante altos receptores de viento depositados en superficies subterráneas a temperaturas frías. Este hielo era mezclado con azafrán, frutas y otros sabores.
Alejandro Magno y Nerón enfriaban sus zumos de fruta y vinos con hielo o nieve traídos de las montañas por sus esclavos.
En las cortes árabes del medioevo los sorbetes consistían en frutas azucaradas con hielo y especias. generic cialis overnight shipping Le llamaban charat.
En la dinastía Tang, 618-697, se hacían mezclas de leche con hielo y se trasladó a India, a Persia, Grecia y Roma. En Italia Marco Polo, en siglo XIII trajo varias recetas de postres helados.
En el siglo XVI se descubrió que el nitrato de etilo mezclado con la nieve producía temperaturas muy purchase generic viagra bajas; este descubrimiento tendría su importancia en la fabricación de helados. En la boda de Catalina de Médicis con Enrique II de Francia, su cocinero llevó estas primitivas recetas de helados a la corte francesa, guardándose las mismas con mucho secreto. Los franceses añadieron huevo a la receta. Y así llega a Inglaterra cuando una nieta ingredient in viagra de Catalina se casa con un príncipe inglés para luego difundirse por las colonias inglesas de América.
En el siglo XV un siciliano abrió en una heladería en Paris. Luis XIV lo felicitó, y así nació la primera heladería del mundo. Allí se prepararon los primeros helados de vainilla, chocolate y nata. online american pharmacy Allí apareció el famoso cubo rodeado con hielo, sal a baja temperatura donde se batían zumos de frutas azucaradas. Luego aparecieron las natas, que dieron el típico sabor del viagra online helado.
Una es viajera, hija de padres que también lo fueron y ahora mi hija me sigue en la afición.
Mi madre cuando estuvo por primera vez en Italia, llegó contando lo buenos que eran allí los helados, pero como le gustan tanto, pensé que exagerada, recuerdo los copazos de helado que se tomaba cuando íbamos al Tio Ché.
Yo no era muy heladera, pero la primera vez que viajé a Italia estuve en Venecia, era septiembre y todavía apetecían, me tomé el primero, sabor a Ferrero Roché, me hizo gracia no lo había visto nunca y……lo que dijo mi madre era verdad, que buenos !! Cada da uno mañana y tarde, da igual de lo que fueran estaban muy buenos !!
Viajé a Niza en un encuentro fotográfico, el anfitrión de la ciudad nos llevó a los mejores y típicos lugares para comer, muy bien y divertido, una preciosa ciudad, por la tarde a tomar helado, un lugar donde había mucha gente y una variedad extraordinaria, como nunca he visto, no sabía ni cual pedir, al final dije uno de mango, estaba estupendo, pero un compañero lo pidió de cerveza, pensé, yo le doy con la cuchara al helado de este franchute, y le di cucharadita, pero que bueno estaba !!
Todo esto me da pensar, que donde se hacen helados con buenas materias primas, con mucha ilusión para crear nuevos sabores, o seguir con las recetas que le han dado prestigio, es la mejor forma de tener clientes por muchos años, da igual el país, ciudad, pueblo donde se consuman.