Las crepes y gofres de El Tío Che son capítulo aparte.

Con harina, huevos, leche, mantequilla y azúcar ya tienes tu crêpe, pero si vienes a la horchatería el sabor alucina. Y el aroma, entre las seis y las siete de la tarde, es una incitación al pecado, a la gula, a lo que venga. Nada de fórmulas compradas, en la horchatería las crêpes son artesanales y hechas allí, a la vista de todo el mundo.
Y de los gofres, sería mucha pretensión, dice el horchatero centenario, que pueden sumarse a la lista de los consagrados. El te recomienda un gofre con fresas y chocolate, o el que tiene una bola de helado, mermelada de fresas, fresas y chocolate. Es verdad, todavía no alcanzaron la fama, pero son artesanos, riquísimos, y hechos en el momento. Te van a gustar, seguro. Como todo el elenco de productos, gofres y crepes son hechos en el momento, sanos, y con materias primas de primera calidad.
