Ese desayuno del que todos hablan, y nos hace tan feliz, la comida más importante del día, la fuente de energía, la gasolina del cuerpo y mente tiene muchas versiones y cada lugar la suya propia. El horchatero dicen que sin su horchata por la mañana no podría estar en esa esquina sosteniendo el tipo con ese porte, y con la cantidad de niños que vienen a preguntarle cosas… Porque hay que armarse de paciencia para responder a tanto niño con las manos llenas de helado!
Como el horchatero, casi todos hacen del desayuno su religión, pero algunos son tardones y por más devoción se lo pierden, otros no tienen hambre y otros se levantan tarde. El café es la estrella, la mitad de 1500 entrevistados por el Observatorio de Consumo y la Distribución alimentaria un 72% lo toma en casa, un 17% de pie, un 73% nunca desayuna fuera, un 69% desayuna siempre lo mismo. Si lo sabremos nosotros que vemos llegar a los amigos bien temprano con cara de dame un café sino no no chuto. Pero en todos los casos lo que preferimos al abrir ojos es café con leche, pan, aceite de oliva y frutas enteras. Pero más tarde, vendrá el bocata de jamón, con aceite y tomate triturado, un pincho de tortilla o alguna bollería. Los castellanos disfrutan del bollo maimón, las rosquillas fritas y de palo, las mantecadas o las perrunillas, eso sí que es desayuno! En Aragón acompañan al café de la mañana con trenzas de Almudévar, cocas de Fraga o torta del Alma. En la Comunidad Valenciana, Valenciaaaaaaaaa… no faltarán los fartons, la horchatita y la coca de Llanda, las roscas de anís o naranja, coca boba en Alicante o las toñas, que son una especie de pan dulce que se come durante todo el año pero en Pascua se le añade un huevo cocido antes de hornearla y se bebe con un buen zumo de naranja. Aunque otros prefieren la sardina de bota con huevos fritos y pimientos y que no falten los buñuelos de calabaza.
La huerta de Murcia también está presente en la mesa desde primera hora de la mañana, con ensaladas de frutas y zumos naturales, a la vez que se moja en el café uno de los dulces típicos de la tierra, como son los cuernos de merengue o los paparajotes. Canarias se despierta con la leche con gofio, añadiendo un poco de azúcar o miel para endulzar las mañanas. Por su parte, en Castilla-La Mancha destacan las tortas de Alcázar, las tortillas de rodilla o la miel sobre hojuelas, también conocidas como flores con miel. En Cantabria, el rey es el sobao pasiego, además de las corbatas de Unquera, los quesos, o los frixuelos en la zona de montaña. En Asturias se prefiere la variedad de pinchos, como en el País Vasco, donde también toman los típicos bollos de mantequilla.Los gallegos solían desayunar bien temprano un caldo gallego acompañado con pan. A media mañana, se comía pan con tocino, jamón o chorizo. Por supuesto, que en el desayuno actual de los gallegos no puede faltar el pan gallego acompañado con algún embutido. La empanada gallega tampoco puede quedar por fuera, con su relleno de pollo y aceitunas, atún o mariscos, entre otros; y elaboradas con harina de trigo. Además, los gallegos, consumen una tortilla menos consistente como la de Betanzos, muy similar a la clásica tortilla española pero mucho más jugosa. El queso de Arzúa, se conoce en Galicia como queso de Lugo y también es un queso muy popular en esta región, ya que es uno de los complementos de la primera comida del día.
Sin embargo, hay dos comunidades que destacan por preferir un desayuno salado para empezar la jornada. Cataluña, donde el pan con tomate es la principal opción, a la que añadimos embutidos como el fuet o el jamón, o el popular bikini (sandwich de jamón y queso); y Andalucía, donde se coge fuerzas con el pan tostado acompañado de aceite de oliva de la tierra, tomate y sal. Tiene orígenes en los jornaleros andaluces, que aprovechaban los pocos recursos de los que disponían.El pan con aceite consta de una tostada con aceite de oliva virgen y sal y en ciertas ocasiones,ajo untado directamente en el pan tostado.El pan con manteca consta de pan tostado, y mantequilla con lomo de cerdo. Y los churros! Pero estos se dejan para el fin de semana.
El horchatero hace años que sólo desayuna un vaso de horchata fresca, qué sino? Y es así como los siglos no pasan para él.