Una réplica de la Torre de las Aguas del Besòs nos recuerda cada día el honor de haberla recibido. La trajo personalmente el domingo 3 de junio Eduard Freixedes Planes, actual regidor de Sant Martí quien nos dio los permisos y apoyo para que la fiesta sea posible. Su equipo nos dijo que sí a la organización del evento, nos ayudaron en lo que hizo falta, estuvieron a nuestro servicio para que la celebración del Centenario de horchatería El Tío Ché tuviera la magnitud que queríamos darle, para que ningún vecino quede sin celebrar, para que nadie deje de participar y para hacerle saber a cada uno cuánto le debemos.
La Torre de las Aguas de Barcelona muy pronto será reinagurada. Se está rehabilitando para convertirse en un mirador, y la anexa casa de las Válvulas será un centro cívico y cultural del barri de Poble Nou. Quien suba los 303 escalones, podrá disfrutar del espectáculo: un mirador de 360 grados para disfrutar de vistas aéreas de Montjuïc, Collserola, toda Barcelona y hasta Montseny en días claros.
Testigo del crecimiento de la ciudad a la que abasteció agua durante unos años a finales del siglo XIX, el edificio fue después pieza clave del proceso de la metalúrgica Can Girona y Macosa. Desde la década de los noventa, con la marcha de esa industria a Santa Perpètua de Mogoda la torre se deterioró hasta el punto de derrumbarse parte de la cubierta.
Lo que se construyó ladrillo sobre ladrillo macizo hace 130 años es hoy todo un símbolo del Poblenou por su altura —tiene 63 metros— y por su singularidad.