Cuando el Tío Che llegó al barrio eran tiempos de Fiesta Mayor. Es que el Poblenou lleva 150 años de celebración; al comienzo fue en diciembre, pero desde fines del siglo XIX, en el segundo fin de semana de septiembre y durante diez días no hay nadie que se quede en casa. Como en cajón de sastre no falta nada: Cenas de germanor, el pregón, chocolatadas infantiles, feria, decoración callejera, los bailes, la cursa. Hasta fines de siglo los entoldados en cada calle le daban un toque de magia y ensueño particular, aunque, haciendo justicia, cada década tuvo lo suyo. ¿Qué hubiese sido en los tristes ’40, después kamagra oral jelly how to apply de la guerra civil sin esta fiesta que volvió a poner en valor la alegría y la colgó como un estandarte? Las dos décadas siguientes pudieron con ella y la arrasaron, pero a fines del franquismo renació y cada año con más vida. Explican que en épocas de la Transición política algunos vecinos aportaban bombillas para poder iluminar las calles y reanudar las fiestas, ¡Así de intensa es la vocación festiva en este barrio! ¡Basta recordar la reciente celebración del centenario de la Horchatería! … En la rotonda donde comparten históricamente el Tío Ché y la Aliança no cabía ni una aguja. Es curioso porque entre ambos hay una relación de vecindad que comenzó en la calle Wad Rasde donde debieron huir durante la guerra por buy clomid online la explosión demoledora de una bomba.

Desde 1953 los gigantes alegran cada Fiesta Mayor

En 1953 las parroquias del núcleo antiguo de Poblenou adquirieron unos gigantes clásicos de serie, vestidos como reyes medievales para desfilar en la procesión de Corpus y luego en las fiestas del barrio, hasta fines de los sesenta. Recién en 1980 las Fiestas Mayores salen del encierro y los gegants serán recuperados y restaurados por Josep Maria Carreras en las fiestas de Poblenou en 1981. María i Bernat llevan sus nombres en recuerdo a las parroquias que les vieron nacer: Santa Maria del Taulat i Sant Bernat Calvó. Para la misma época los Correfocs añadieron su fogosidad a las de por sí ardientes noches de verano. En los noventa la fiesta se trasladó a la zona del mar, pero hoy explota en cada esquina, en cada callejuela, porque la fiesta es del barrio y de todo aquél que quiera participar. Actualmente, la Fiesta Mayor del Poblenou mantiene muchos de los elementos tradicionales y ha incorporado nuevos. Así, el primer sábado se realiza el pasacalle y la lectura del pregón, este año a cargo de Teresa Moreno, en representación de la centenaria Horchatería de Poblenou. Entre semana La Banda Municipal, las habaneras y los bingos. Y como coronación las bestias de fuego,los gigantes, el swing, el rock, las habaneras y kamagra vs penegra el baile. pharmacy canada Y los fuegos artificiales, para cerrar la fiesta y abrir levitra orosolubile durata el otoño. Todo parece entrar en otro ritmo, el verano queda como un sueño lejano con sabor a horchatas y helados, a sal de mar, a tiempo libre, a gozo.