poblenou libroPoblenou no se inventa el Sant Jordi de la nada, es parte de él. Sin dragón ni princesa pero con buenos y muchos libros, escritores y librerías, esto se dice con orgullo el horchatero centenario. Bien podría haber nacido aquí Sant Jordi, sólo por haber doblegado a cientos de dragones no hace mucho tiempo: Los de la guerra, los del trabajo sin medida, los del renacer preolímpico, los del heroísmo sin mezquindades. Sólo basta con ver las antiguas imágenes de este barrio de chabolas, barracas, de espaldas al mar, de olor a industria, de barro y sal. Parece que hubiéramos salido de un mal sueño, pero con anhelos de libertad.  Barrio de historias y de leyendas casa de escritores, poetas, novelas y cuentos. De él brotaron palabras de amor, de lucha, de rebeldía y de dolor. Este es un barrio ganado, como las palabras que florecieron en medio del humo asfixiante de las chimeneas, y que se empecinan en salvar del olvido a las calles estrechas, a los cielos azules que se estrellan contra el mar, al pueblo que somos todos.  Las palabras que dicen que nosotros estuvimos allí.

Libreros de Poblenou frente a la horchatería.

Libreros de Poblenou frente a la horchatería.

Cinco librerías especializadas, en un solo barrio también tiene su heroicidad en esta patria de escritores como Benguerel, Huertas Clavería, el poeta Jordi Trepat, Daniel Venteo, Jordi Tossas, Joan Carles Luque, Lourdes Nieto, María Patricio Mulero, Africa Ragel, Maria Jaén, Nicasi Camps i Pinòs entre otros. Aquí pasaron cosas, por esto las cientos de páginas que dejan testimonio como las historias de María Barbal , Joan Rende, Zafón, Alicia Giménez Bartlett  o uno de los diálogos de Laberinto Griego, de Manuel Vazquez  Montalbán que lo dice tan claro:

“– No se lo digo en broma. Una parte de Barcelona, hoy a punto de desaparecer bajo la piqueta olímpica, se construyó en homenaje a Icaria. Era un barrio industrial y obrero, naturalmente, y los obreros catalanes del siglo Xix también soñaron en llegar algún día a Icaria. Incluso la Ciudad Olímpica se llamará Nueva Icaria.

– Olimpia en Icaria. Un clavo saca a otro clavo. Un mito saca a otro mito.

– A esta parte más industrial del Pueblo Nuevo, Poble Nou en catalán, también se la llamó la Manchester Catalana. Los industriales barceloneses del siglo XIX idolatraban el modelo inglés. Me gustan las ruinas contemporáneas, monsieur Lebrun, y últimamente paseo mucho por la ciudad amenazada por la modernidad. En el barrio viejo, muy cerca de aquí, están abriendo una vía ancha que se va a llevar los malos olores de la ciudad podrida no sé a dónde, pero se los va a llevar. Y de la Manchester Catalana, de Icaria, poco va a quedar. Es curioso que los patronos soñaran con Manchester y sus obreros con Icaria. ¿Con qué sueñan hoy en día unos y otros?”

Hoy los sueños son más cortos, mientras tanto esperamos a Sant Jordi, una fiesta en toda la ciudad. Pero en Poblenou, mucho más.