
Les Mamelles de la Vibria en la horchatería
El meu barri està content
Quan la gent surt al carrer
Quan passeja i fa una orxata a El Tio Ché.
Xemeneies vora el mar,
Xemeneies vora el mar,
Xemeneies vora el mar…
Lletra i música: Lluisa Vandellós i Ferran Oto
El domingo se dejaron la piel en el concierto. Fue aquí mismo, en la puerta de la horchatería. Sin reservar ni una sola canción para otro día, ni una nota sin estrujar.
Lluïsa Vandellós, Ferran Oto, Francesc Garcia, Adrià Buscarons Raul, Jorge Jordi Pujol y Gerard Panisello son profesionales de verdad, y además, personas como pocas que jamás se hacen de rogar cuando se les pide un concierto. Que un casal, una inauguración o un concierto solidario. Saben que la música da felicidad y van con ella donde haga falta. Una música que habla de cosas cotidianas, de sabores de barrio, de amores, memoria, personajes de cuento y no tan cuento. Una música y unos músicos de Poblenou.
El domingo la horchatería recibió la gracia. Nos regalaron un conciertazo como Dios manda. Porque les Mamelles de la Vibria son así de generosos. La historia comenzó en 2013: Consideraron que estaban maduros como grupo y que ya eran tiempos de grabar su primer cd.
En tiempos difíciles hay que valerse de buenas ideas para llegar a buen puerto, y ellos tuvieron una.
Recurrieron a Verkami , la plataforma de mecenazgo para creadores de diferentes disciplinas artísticas y otros emprendimientos de carácter social y así es como la música de ellos ya está en todas partes. Solicitaron para la grabación 2500 euros, y en los cuarenta días que se debían conseguir las aportaciones se logró la puja. Colaboraron muchas personas y también, comercios del barrio de Poblenou y Les Mamelles a cambio se comprometieron a donar discos. Pero fueron más lejos: hicieron que sus músicas llegaron hasta las puertas de los mecenas. Por esto pudimos compartir con los amigos que iban llegando a la horchatería de un domingo especial, al ritmo del Vermut Concert, así se llamó el concierto que cinco días después, sigue resonando en cada rincón del barrio y en la sonrisa de cada vecino.