Allá, por 1990, al horchatero centenario se le ocurrió maridar las horchatas. La tradicional horchata en tierras alicantinas se toma mojando un panquemao, pero sobre sabores no hay escritura que valga… Así fue como llegaron a la vida de la horchatería los fartons de la familia Polo, sin colorantes ni conservantes, bajos en materia grasa y azúcares, los de toda la vida.
Según Wikipedia el fartón (castellanización de la palabra valenciana fartó) es un dulce de bollería alargado y con azúcar glaseado típico del municipio valenciano de Alboraya, España.
Este dulce, tierno y esponjoso, fue elaborado para mojar en la horchata, una bebida refrescante obtenida a partir de una planta denominada chufa.
Aunque su nacimiento se lo debe a la horchata, al ser un bollo ligero y esponjoso (elaborado con aceite de girasol y no con mantecas), combina perfectamente con bebidas calientes como el chocolate a la taza o incluso el café con leche, ya que también resulta un bollo ideal para absorber bebidas típicas del desayuno o merienda.
Para que nadie se quede sin probarlos los miércoles en la horchatería centenaria de Poblenou hay » fartoná», con tu vaso de horchata te llevas un fartón de regalo.
http://www.horchatamagazine.com/fartons-polo/

Fartons Polo fue otro de nuestros colaboradores en la summer-party de presentación, ¡Horchata ha de leerse con fartons! Así que eran imprescindibles en nuestra fiesta: tiernos, sabrosos, tradicionales e inconfundibles, ¡no necesitaban presentación!
Es justo este aspecto tradicional el que más nos gusta, y es que fue en 1939 cuando don Rodrigo Polo comenzó la gran aventura de la familia Polo fabricando una máquina de hacer fideos en Titaguas. Poco o nada tiene que ver esto con los actuales Fartons, pero nunca sabemos por dónde nos va a llevar la vida. Posteriormente la familia polo emigró a Algemesí en el año 1954 para abrir una pequeña tienda de horchata y limón granizado, seis años después decidieron trasladarse a Alboraya tras observar que la gente mojaba pan en la horchata para crear Fartons Polo, tal y como los conocemos hoy en día.
“La familia adquirió un horno en la plaza del pueblo y tras varias pruebas, dieron con un producto perfecto para acompañar a la horchata. Se trataba de un bollo hecho con masa de panquemao, alargado para ser introducido en el vaso y muy esponjoso para que absorbiera mejor la horchata. La añadieron la pintura para hacerlo más sabroso y este fue el inicio de lo que hoy conocemos como los Fartons.”
Fartons Polo están hechos como toda la vida, sin aportar al proceso de producción colorantes ni conservantes con productos 100% naturales, bajos en materias grasa y azúcares. Ante todo un producto saludable y ligero, el acompañante perfecto para una nutritiva horchata, y una Horchata Magazine bien fresquita