ESPERANDO AL HOMBRE DE LAS ESTRELLAS

Navidad polaca
En Polonia el 24 los niños miran al cielo con insistencia. Todos quieren decir primeros que la estrella ha venido, cuando eso sucede, la mesa los espera con heno, para recordar el establo donde nació Jesus, con dinero para la prosperidad y trece platos. Doce para los doce apóstoles y uno por si algún mendigo quisiera cobijo o un ángel viniera a bendecir. Todos caben en las generosas mesas navideñas de los húngaros. Algunos supersticiosos creen que en la mesa sólo debe haber números pares de comensales para evitar desgracias. Mientras comen esperan ansiosos al Hombre y a los Chicos de las Estrellas. El hombre de las Estrellas hace algunas preguntas del catecismo, para ver cómo estamos y según las respuestas, premia con regalos. Los chicos cantan villancicos a cambio de dulces que recibirán de padres y familiares y, como nunca es suficiente, luego deleitan con sus canciones a los vecinos, a ver si hay más.
LA NAVIDAD NOS HACE MÁS BUENOS

Mexicanos pidiendo posada
El anciano horchatero, que ha vivido más de un siglo dice que en cualquier rincón del mundo Navidad es un árbol lleno de colores, coronas de adviento, calcetines colgados en la chimenea, belenes o bastones de colores. Villancicos y relatos sobre el niño Jesús, San Nicolás, Papá Noel, Kris Kringle o el Abuelo Frío. El horchatero centenario de Poblenou dice que Navidad es familia, y buenos propósitos, dichos en tarjetas, en mensajes digitales, en abrazos, ayunos, Misa de Gallo, tronco de navidad o regalos. Navidad en algunas partes del mundo son duendes, druidas, gnomos. Y lo que más agrada al horchatero, es que que en algunos países es dejar un lugar en la mesa a un mendigo o a un ángel. Nunca se sabe… Navidad es pacificar los días, buscar las partes más buenas de cada uno, hacernos de pronto mejores. Cada lugar tiene su propia manera de celebrar navidad, pero no hay lugar en el mundo que permanezca ajeno.
En Sudáfrica el 25 de diciembre las casas se alegran con árboles navideños, regalos en los calcetines y petardos para esperar a Santa Claus y sus sorpresas. Un vecino pakistaní de Poblenou, en la Rambla te encuentras gente de todo el mundo, le explicó al anciano horchatero que los cristianos de su país van cantando villancicos de una casa a la otra a cambio de dinero y regalos. El dinero se recauda para obras de caridad, o va a la iglesia. En Nigeria se comen carnes de las más variadas especies y los más afortunados regalan dinero a lo que no tuvieron tanta suerte. Los etíopes se visten de blanco para ir a misa a las cuatro de la mañana, para llegar antes de la hora del nacimiento de Cristo. Decoran belenes e intercambian dulces con los vecinos.
En Hong Kong y Macao es un día festivo, y en China continental hay comercios y familias que lo celebran aunque no

Navidad Asiática
sean cristianos. La navidad llegó a China en 1552 cuando los misioneros jesuitas celebraron la primera misa. Los japoneses iluminan las ciudades, la Nochebuena es la oportunidad de las parejas para compartir tiempo y amores.
La Navidad más larga es la filipina, comienza el 1 de setiembre hasta el nueve de enero, cuando en Manila celebran el Cristo Negro y el Santo Niño del Cebú, la fiesta puede extenderse hasta fin de mes. En el Líbano los cristianos asisten a misa de Gallo y los regalos se entregan en la iglesia, o papa Noel viene con su gran bolso a casa.
HOH OHO
En Canadá, antes, las navidades se festejaban los 25 días de noviembre en honor especial a Saint Catherine, reconocida como la patrona de las mujeres solteras. Siendo la excusa ideal para que las mujeres se disputaran a alguno de los solteros que se encontraban en la habitación. Los canadienses de Terranova y Nueva Escocia se disfrazan en las calles y hacen representaciones teatrales, los mummers. Los niños canadienses creen que Santa Claus vive en el Polo norte y le escriben cartas con el código HOH OHO, imitando a los códigos canadienses. En Canadá de habla inglesa se iluminan las ciudades y se espera el mensaje de Isabel, la reina del Commonwealth, mientras que en Canadá francesa se comparte el reveillón, como en la madre patria.
Pero hay pocas navidades como la mexicana, donde no falta ese colorido tan propio: durante nueve días vecinos van de casa en casa como si fueran José y María a su llegada a Belén buscando dónde alojarse. En este peregrinar, se les llama posadas, cuando se les abre una puerta, se rompe una piñata.
Las celebraciones comienzan con la Guadalupe el 12 de diciembre y terminan el 6 de enero con la Epifanía. En las posadas llevan una vela, rezos y villancicos al terminar de cantar, es tradicional que se rompa con un fuerte palo una piñata de 7 picos (los 7 pecados capitales) como si fuera la fuerza que Dios da a los hombres para terminar con el pecado, mientras no faltan las canciones. En cada posada y hasta la noche de Navidad, suele entregarse a los participantes un aguinaldo, el cual consiste de dulces, galletas y frutas de temporada. El 24 no faltan los manjares y los encuentros familiares. Muy cerca de México los guatemaltecos se ponen unos sombreros grandes para bailara la puritina, sus fiestas son una mezcla de culturas, la cristiana y la maya, de donde provienen, el 7 de diciembre se hace la quema del diablo y se realizan las posadas como en México.
Las familias argentinas sin demasiadas referencias a la fiesta religiosa celebran el 24 a la noche y a partir de las doce de la noche comparten alegría con vecinos, amigos, y quien se quiera sumar a festejar porque el verano tiene eso: es inspirador para divertirse hasta el día siguiente.
Colombia es festiva siempre, y la Navidad con más razón: el 8 de diciembre a la noche en Colombia las calles y los balcones se decoran con velas y linternas que iluminan las ciudades en honor a la Inmaculada. Los vecinos decoran juntos sus barrios, hacen pesebres y cantan villancicos. Del 16 al 24 de noviembre se hacen los aguinaldos y se cumple una promesa donde hay ganadores y perdedores; se juega al beso robado, al dar y no recibir, al hablar y no contestar. Las iglesias celebran misas del alba y nocturnas durante los nueve días de la novena, que culmina con la Misa del Gallo. El 24 es un día de bailes, música y buena cocina.

La Chinita entre flores
Los venezolanos de Zulia, celebran en noviembre la fiesta de la Chinita, la virgen de Chiquinquira a la que se honra con procesiones, fuegos artificiales y música de gaita. Los niños juegan con rodados de noche, y se celebran las parrandas, la gente canta villancicos de casa en casa, donde son convidados con comida y bebida. En los andes venezolanos se lleva una imagen del niño casa por casa, la paradura del Niño. En cada casa se celebra y se reciben los regalos a la medianoche.
Estados Unidos se ilumina por dentro y por fuera en Navidad, si hay chimeneas mejor, para dejar los calcetines, leche y galletas por donde vendrá Santa Claus. Pero si no hay nada le impedirá para llenar el árbol de regalos, hasta para las mascotas de la casa.
En Europa del este el 24 suele ser de ayuno, y en algunos lugares se les dice a los niños que verán un “cerdo de oro” si aguantan sin comer. Cuando llega la noche, comienza la preparación de la cena. Las tradiciones varían de una zona a otra. Por ejemplo, en Polonia, la República Checa y Eslovaquia, la comida más habitual consiste en carpa frita con ensalada de patatas y sopa de pescado o de col, aunque en algunos lugares se sirven hasta 12 platos distintos. No faltan ni árboles ni belenes.
San Nicolás (Mikulás en húngaro, Mikuláš en checo, Mikuláš en eslovaco), o Santa Claus, visita a los niños el 6 de diciembre, y unos, los que se portaron bien, recibirán regalos. Porque San Nicolás suele ir acompañado de

Krampus, el malo
Krampusz, el Diablo, que entrega ramas de abedul doradas a los niños que se portaron mal y como los niños se portan como les da la gana reciben regalos y ramas… Entre checos y eslovacos se predice el futuro: Se cortan manzanas en sentido transversal en forma de estrella, si es perfecta el año venidero será bueno, pero si no lo es, ay ay ay. Pero si te sale una cruz, eso sí que es serio, porque puedes pasar al otro barrio sin aviso. Para ver si se casarán las chicas tiran un zapato por encima del hombro: si la punta mira hacia la puerta, hay candidato. Y si no los sentimos mucho.
Para algunas regiones alemanas el niño Jesús es invisible, pero hace sonar una campana cuando los regalos están listos en el árbol. El nacimiento de Cristo es muy importante especialmente en la Baviera.
Los austríacos dicen que el Niño Jesús decora el árbol de navidad y trae los regalos, por eso las cartas de los niños van directamente a quien decide. Las mesas navideñas de Austria son deliciosas; ¿Quién no ha probado alguna vez las exquisitas galletas de mantequilla en forma de medialuna o acaso una Sacher?
Pero no todo es dulzura en la navidad austríaca: Vestido con ropa oscura y rasgos de demonio (una lengua larga y roja y un palo o azote en la mano) el sirviente Ruprecht acompaña a San Nicolás. Su deber es castigar a los niños que no se han portado bien durante el año, aunque con quedarse cerca de San Nicolás, los niños ya ponen sus barbas en remojo.
Navidades de todos los gustos, sabores, colores y formas. Seguimos leyendo en San Google y Wikimedia Commons y en el próximo capítulo os explicamos más… Bon Nadal!