Al anciano horchatero de Poblenou le gustan los graffitis, porque dice, suman color al barrio y le aportan vida. Sorprenden. Hacen pensar. Obligan a la foto, porque quién sabe son tan efímeros que mañana ya no estarán.

grafiti-interesante

Ya está visto: es un arte que no muere porque es antiguo como el tiempo. El graffiti es un movimiento de arte urbano que ha ido evolucionando con la civilización.  ¿Quién puede decir que no eran graffitis la pintura rupestre que dejaba su trazo en las cuevas, o los murales de la antigua Grecia? Pero como lo conocemos ahora nació en los años 60 en Estados Unidos cuando artistas como Taki 730, Phase 2 o Cornbread dejaron sus nombres en las calles y vagones del Metro de Nueva York y Filadelfia.

Street Art en Barcelona

En Barcelona el Street art comenzó después de las Olimpídas, en pleno auge del turismo de masas, y cuando la ciudad era un centro de la moda, del diseño y de la creatividad internacional. En esa época se creó Montana Colors,  la empresa de sprays para graffiteros más grande del  mundo. No había regulación y en las calles se respiraba libertad. Hasta que la contaminación visual ya no dejaba respiro.

La música fue su punto de inspiración: el hiphop y el breakdance pusieron su dosis de pasión y de creatividad para estos escritores de muros. Hoy no se pueden separar, aunque inicialmente graffiti era el hiphop, y Street art todo lo que tenía relación con manifestaciones artísticas de calle. La época dorada del Street art fue en los 2000, y los artistas eran tan relevantes internacionalmente como Bansky, Miss Van, Space Invaders, Suso 33, y muchos más. Pero la prohibición de pintar en las calles hizo que muchos se dedicaran a pintar en fábricas abandonadas, en rieras, en galerías y otros sencillamente, se fueron. De esa época dorada quedan trayectorias enormes de grandes grafiti1artistas que se dieron el gusto de poner cara, ojos y corazón a la ciudad.  Lo cierto que el arte urbano hoy convive en los barrios, en las ciudades, y a veces estos se expresan a través de estas marcas efímeras aunque memorables.

Los graffiteros americanos 

En Estados Unidos lo que parecía una moda de jóvenes iracundos fue mucho más allá: Los artistas crearon una nueva manera de expresión con técnicas únicas, diferentes, originales, cada vez más significativas. El desafío llamaba a la diversificación de las técnicas, los estilos eran cada vez más trabajados y los tags (las pintadas) empezaron a verse en distintos lugares, cada vez más curiosos. Y he aquí donde los trenes se volvieron protagonistas de la historia, siendo la superficie más codiciada por escritores y graffiteros.

En las ciudades aparecían estilos barriales propios. Algunos escritores de Brooklyn crearon letras más separadas, adornadas con flechas, espirales, flores.  En Broadway el estilo que reinaba era el Top Cat (Broadway Elegant), que también se extendió a Manhattan. Y en el Bronx se mezclaban todos los estilos. Los nuevos rotuladores, aerosoles y sprays de pintura dieron rienda suelta a la imaginación, todo era posible, sólo dependía del talento de cada uno.

graffiti1Durante los primeros años del “boom” el principal reto era crear obras de calidad con la máxima expresividad posible, para lo se requería una superficie amplia para pintar -como la de los trenes. La personalidad en la pieza adquiere una importancia fundamental que desencadena una guerra de estilos e innovación constante. Cuando parecía que el objetivo del graffiti era crear una pintada maestra, algunos graffiteros revolucionaron el panorama añadiendo una nueva regla a la ecuación: la cantidad. Los escritores comenzaron entonces a competir por el título del “Rey de la Línea”, que se otorgaba a aquel que más pintadas realizaba en una misma línea de metro, sin importar su calidad.

En Madrid en los 80 aparecieron los primeros graffitis. En España estaban divididos en dos corrientes: una bajo la influencia de Estados Unidos, y otra surgida en la Movida madrileña, denominada el “grafiti autóctono madrileño“. El rey de la movida fue Muelle, pionero de este movimiento, caracterizado por pintar superficies que no requerían limpieza. Los principales escritores de esta época actuaban de manera muy similar, y los anuncios del metro fueron el soporte estrella. Los trenes y metros fueron prácticamente ignorados durante toda la década, aunque a finales de los 80, ver trenes pintados era mucho más habitual. Pero era tan alto el precio de las limpiezas que la prohibición se hizo sentir. Algunas ciudades como Barcelona, buscan fórmulas junto a los graffiti7artistas para que este tipo de arte en muros sea legal y las obras tenga verdadero valor artístico.

Uno de los lugares de Barcelona donde todavía se pueden apreciar estas ilustraciones, es en Poblenou. Gracias a sus edificios abandonados y antiguas fábricas, los artistas callejeros han encontrado un nuevo paraíso en este antiguo barrio obrero. Hace un tiempo Jupiterfab, artista italiano se había dedicado a plasmar los retratos de los vecinos en las paredes del Poblenou, y Lluis Olivé un aficionado a la fotografía que se encarga de pasear con su cámara buscando los mejores ejemplos de arte urbano.

 

En Poblenou y a modo de jeroglíficos el barrio vibra¡Puedes descubrir las historias de los artistas de la calle con sus graffitis, stickers y stencils desde las Glòries hasta el mar! Ver cómo abordan los temas que duelen, que hacen reír, que dan para pensar, nada queda fuera de estos muros que escriben la vida cotidiana del barrio  y de nosotros mismos. Muchas veces son espejos de estados de ánimo, de reclamos, de esperanza.